Llevas toda una vida planeando llegar a aquí, ser lo que eres, hacer lo que estudiaste, estar con él... Has tejido al milímetro un plan, que has desarrollado sin más miramientos.
Llevar las riendas de tu vida parecía la mejor opción, y sin embargo, en algún momento, en ese ir y venir buscando llegar a la meta a toda costa, te equivocaste de camino. O fue la meta la que cambió, y tu seguiste a tu rienda... En cualquier caso, de pronto, te paras, y miras a tu alrededor. Has cumplido cada uno de tus sueños. Y no eres feliz. Y sientes, que si llegar a todo esto no consiguió hacerte feliz... ¿Qué lo hará?
Sientes que has derrochado veinticinco años de tu vida, y no has buscado tu felicidad en ninguno de ellos. Pero eso, eso era lo realmente difícil. Buscar lo que quieres, supone mirar muy adentro, entender lo que te hace feliz. Eso era lo más complicado, por eso siempre estuvo en un segundo plano.
Últimamente, todos te preguntan, ¿qué quieres hacer?
¿Qué vas a hacer, después?
Si tú no lo sabes...
No hay comentarios:
Publicar un comentario